Beneficios del colecho y cómo colechar de forma segura

El colecho es una práctica en la que los padres eligen compartir el espacio de sueño con sus hijos, ya sea compartiendo la misma cama o teniendo la cuna o cama adjunta a la cama de los padres en la misma habitación. La idea principal es permitir una mayor proximidad física entre padres e hijos durante las horas de sueño.

Esta práctica ha sido objeto de debates y discusiones en cuanto a sus beneficios y riesgos. Desde el punto de vista de la crianza respetuosa, sus defensores argumentan que el colecho tiene varios beneficios.

Algunos de los beneficios del colecho son:

Vínculo emocional: el colecho fortalece el vínculo emocional entre padres e hijos, ya que proporciona una proximidad constante durante las horas de sueño. Al compartir el espacio de sueño, los padres pueden responder más rápidamente a las necesidades emocionales de su bebé.
Facilita la lactancia materna: para las madres que amamantan, el colecho facilita el proceso de alimentación nocturna, ya que pueden atender las necesidades del bebé de manera más inmediata y sin tener que levantarse de la cama.
Mayor sensación de seguridad: al estar cerca de sus padres, algunos bebés experimentan una mayor sensación de seguridad y consuelo, lo que podría resultar en un sueño más tranquilo.
Favorece la regulación del sueño: algunos estudios sugieren que el colecho puede ayudar a regular los patrones de sueño del bebé, ya que se cree que los bebés que comparten la cama con sus padres aunque se despierten con frecuencia, también se calman más rápidamente.
Respuesta inmediata a las necesidades: el colecho facilita a los padres responder de inmediato a las necesidades del bebé, como calmarlo cuando llora, proporcionar consuelo, cambiar pañales o alimentarlo.

Aunque hay defensores del colecho, también existen preocupaciones relacionadas con la seguridad, como el riesgo de asfixia y lesiones accidentales. Es importante destacar que la seguridad del bebé siempre debe ser la prioridad, así que si decides hacer colecho con tu bebé, infórmate sobre cómo hacerlo de forma segura.

Aquí tienes algunas recomendaciones para practicar el colecho de manera segura:

Superficie firme y plana: asegúrate de que la superficie de descanso sea firme y plana. Evita colchones blandos, almohadas excesivas o edredones voluminosos, ya que podrían aumentar el riesgo de asfixia.
Sin objetos sueltos: mantén la cama libre de objetos sueltos, como juguetes, mantas sueltas o almohadas adicionales que puedan representar un riesgo de asfixia para el bebé.
Ropa de cama ajustada: utiliza sábanas ajustadas y asegúrate de que la ropa de cama esté bien fijada al colchón para evitar que el bebé se enrede en ella.
Espacio seguro: si estás compartiendo la cama, asegúrate de que haya suficiente espacio para todos y que el bebé no pueda caerse accidentalmente.
Evita fumar y consumir alcohol o drogas: está comprobado que fumar, consumir alcohol o drogas aumenta el riesgo de muerte súbita del lactante y otros peligros relacionados con el sueño. Evita estas sustancias cuando practiques el colecho.
Posición de sueño segura: coloca al bebé boca arriba para dormir, ya que esto ha demostrado reducir el riesgo de síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL).
Suficiente espacio para la madre y el bebé: si la madre está amamantando, asegúrate de que haya suficiente espacio para ella y el bebé sin riesgo de que la cabeza de la madre cubra la cara del bebé.
Comunicación con la pareja: si compartes la cama con tu pareja, es importante que ambos estén de acuerdo y se comuniquen sobre las prácticas de sueño seguras para garantizar la seguridad del bebé.
Monitorea la temperatura: asegúrate de que la habitación no esté demasiado caliente. Un ambiente con una temperatura moderada es más seguro para el bebé.
Educación continua: mantente informado sobre las pautas de seguridad más recientes y busca orientación profesional si tienes preguntas o inquietudes.

Las decisiones sobre la crianza y el sueño del bebé deben basarse en la comodidad de la familia y en la seguridad del niño. En caso de duda, consulta con tu pediatra o un profesional de la salud para obtener orientación específica sobre el colecho y las prácticas de sueño seguras.