Alimentación

La alimentación es mucho más que nutrición. Se trata también de establecer un vínculo de amor, respeto y atención plena hacia las necesidades de nuestros hijos. Cada comida es una oportunidad para enseñar hábitos saludables, fomentar la autonomía y compartir tiempo en familia.

Consejos

• Escuchar y observar: reconocer las señales de hambre y saciedad del niño, permitiéndole desarrollar una relación saludable con la comida y su propio cuerpo.
• Ofrecer sin obligar: presentar una variedad de alimentos saludables sin presionar al niño a comer. Esto promueve una actitud positiva hacia la comida y respeta su capacidad de elegir.
• Comer juntos: compartir las comidas en familia como un momento de unión y comunicación, creando un ambiente tranquilo y agradable alrededor de la alimentación.
• Educación alimentaria: enseñar a los niños sobre los alimentos, sus colores, su origen, su preparación y su importancia nutricional de forma divertida y participativa.
• Respetar los tiempos: entender que cada niño tiene su propio ritmo para comer, para probar nuevos alimentos y para desarrollar sus preferencias.

Beneficios

La adopción de estos principios no solo nutre el cuerpo del niño de manera equilibrada, sino que también cultiva su inteligencia emocional, su autoestima y su autonomía. Los niños aprenden a tomar decisiones sobre su alimentación y a desarrollar un gusto por una variedad de alimentos saludables.

La alimentación consciente y respetuosa es un pilar esencial en la crianza. Es una práctica que fortalece los lazos familiares, fomenta la autonomía y promueve una relación sana con la comida.