Lactancia

La lactancia es más que el acto de alimentar al bebé. Se convierte en un pilar fundamental en la formación de un vínculo profundo entre la madre y su hijo. Este enfoque no solo contempla el bienestar físico del bebé sino también su desarrollo emocional y la conexión materna.

La lactancia, desde el punto de vista de la crianza consciente y respetuosa se basa en entender y atender las necesidades del bebé, promoviendo un ambiente de amor, seguridad y respeto. Se trata de observar y responder a las señales de hambre y saciedad del bebé, y de ofrecer el pecho no solo como una fuente de alimento sino también de consuelo y seguridad.

• Escucha activa: reconocer las señales de hambre y confort del bebé y responder a ellas de manera oportuna fortalece el vínculo y la confianza mutua.
• Respeto al ritmo del bebé: cada bebé tiene su propio ritmo de alimentación. Respetar estos tiempos y no forzar el destete prematuro es clave en la crianza consciente. Es un proceso de la díada mamá-bebé; nadie más puede interferir y opinar en cómo, cuándo, dónde y hasta cuándo se hace la lactancia, sólo mamá y bebé toman juntos estas decisiones.
• Posición: adoptar una postura cómoda para la madre y el bebé es esencial.
• Lactancia a demanda: en la medida de lo posible es importante permitir que el bebé se alimente según su necesidad, fomentando su autonomía y confianza. La lactancia y el bebé no entienden de horarios fijos y controlados.
• Soporte emocional: la lactancia es un proceso que puede presentar desafíos. Buscar soporte en grupos de lactancia, profesionales o en la pareja puede ofrecer el respaldo emocional necesario.
• La lactancia no debe doler: si hay dolor seguramente es porque hay algo que no está yendo bien, en este caso lee, infórmate y busca una asesora especializada en lactancia de confianza para ayudarte.

Beneficios

La lactancia consciente y respetuosa no solo nutre al bebé, sino que también establece las bases de una relación segura y amorosa. Algunos de los beneficios incluyen:

• Mejora del desarrollo emocional del bebé.
• Fortalecimiento del vínculo afectivo madre-hijo.
• Promoción de la salud física y emocional tanto de la madre como del bebé.

La lactancia, dentro de la crianza consciente y respetuosa, es una práctica enriquecedora. Se centra en la conexión, el respeto y la comprensión de las necesidades mutuas, estableciendo un vínculo profundo y duradero entre la madre y el bebé.